Dejar tu dinero en el banco es como dejarlo estacionado con el motor prendido

Guardar el dinero en el banco puede sonar como la opción más lógica. Nos da la sensación de seguridad, de que “ahí está” y podemos usarlo cuando queramos. Pero lo que parece tranquilidad es, en realidad, un espejismo financiero.

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Cuando dejamos el dinero en una cuenta de ahorro tradicional, lo que sucede es parecido a dejar un coche estacionado con el motor prendido: consumes gasolina sin avanzar. En términos financieros, esa gasolina que se pierde se llama inflación y comisiones.

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¿Por qué perdemos aunque ahorremos?

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La mayoría de las cuentas de ahorro en México ofrecen rendimientos de apenas entre el 1 al 3 por ciento anual. En cambio, la inflación suele estar entre 4 y 5 por ciento. Esto significa que aunque el dinero “crezca” en el banco, en realidad pierde poder adquisitivo cada año.

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Ejemplo: si guardamos 100 mil pesos en una cuenta con 2 por ciento de interés, al final de un año tendremos 102 mil. Pero si la inflación fue del 5 por ciento, en realidad podremos comprar lo mismo que antes comprábamos con 97 mil pesos. Habremos perdido dinero sin darnos cuenta.

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El coche que consume, pero no avanza

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Imaginemos encender un auto y dejarlo estacionado. El motor sigue gastando gasolina aunque no recorra un solo metro. Eso mismo le pasa a los ahorros en el banco: cada día pierden valor por la inflación y, en muchos casos, por comisiones de manejo o saldo mínimo.

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Lo cómodo puede salir caro. No hacer nada con nuestro dinero también es una decisión… y no siempre la más inteligente.

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Alternativas reales para avanzar

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La solución no está en dejar de ahorrar, sino en hacer que el dinero trabaje de verdad. Esto significa buscar opciones de inversión que superen la inflación y generen rendimientos atractivos.

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Algunas alternativas son:

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• Fondos de inversión: ofrecen más diversificación que una cuenta de ahorro y rendimientos mayores.

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• Fintech reguladas: como yotepresto.com, donde podemos invertir desde 200 pesos en préstamos en línea confiables y obtener rendimientos promedio del 16 por ciento anual, con pagos mensuales que permiten reinvertir o usar el dinero.

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• Pagarés o instrumentos de deuda: para quienes buscan plazos definidos y rendimientos un poco más altos que los de un banco tradicional.

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Ejemplo comparativo

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Veamos qué pasa con $100,000 en diferentes escenarios a 5 años:

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• Banco tradicional (3% anual): $116,178. Pierde contra la inflación.

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• Cetes (7.8% anual): $147,655. Gana un poco, pero limitado.

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• Inversión en yotepresto.com (16% anual): $222,281. Casi el doble que el banco.

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Conclusión: no te quedes estacionado

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El dinero que se queda quieto en el banco está perdiendo gasolina sin moverse. En cambio, invertir con estrategia nos permite avanzar, crecer y acercarnos a nuestras metas.

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Lo cómodo puede salir caro. Y cuando hablamos de nuestro futuro financiero, la comodidad de dejar nuestro dinero estacionado es lo que menos necesitamos.

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Porque cuando nuestro dinero avanza con nosotros, somos más libres para lograr lo que queremos.

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