Así llevé mi score de 0 a 690 en 1 año

October 7, 2021

Ana tiene una buena razón para sentirse orgullosa de sí misma, pues en apenas un año consiguió algo que muchos creen imposible: llevar su calificación crediticia de 0 a 690. ¿Cómo lo hizo? Aquí te lo contamos.


En un inicio, el perfil crediticio de Ana era como el de muchos: jamás había utilizado una tarjeta de crédito y mucho menos solicitado un préstamo en alguna institución financiera formal, por lo que su score crediticio y su historial eran inexistentes.


“En mi familia, mis hermanos y yo crecimos con la idea de que las tarjetas eran malas, así que las evitamos durante mucho tiempo... hasta que empezamos a necesitar del crédito, ¡ahí empezaron los problemas!”, comenta Ana.


En México, la mayoría de las tarjetas cobran tasas de más del 50 por ciento. Si a eso le agregamos que siete de cada 10 tarjetahabientes no son totaleros, es decir, que la mayoría paga intereses, podemos suponer el porqué del rechazo hacia los plásticos.


Sin embargo, este rechazo ocasiona que muchas personas, como Ana, no generen historial, lo que prácticamente les cierra las puertas para acceder al crédito, al menos con instituciones serias y reguladas.


“A menos que seas millonario o que tu familia lo sea, vas a necesitar del crédito en algún punto de tu vida. Te guste o no, ya sea para comprar una casa, adquirir un auto o arrancar un negocio, vas a necesitar del crédito, es muy tonto pensar lo contrario”, expresa.


Desafortunadamente, al no contar con historial y no poder acceder al crédito con instituciones formales, muchas personas recurren a empresas o particulares para obtener préstamos por los que terminan pagando tasas del 100 por ciento o más.


“Eso le pasó a uno de mis hermanos, quería comprarse un coche, pero nadie le prestaba, entonces consiguió el préstamo con una persona que le terminó cobrando tres veces el monto que había pedido. Al final, perdió el coche y se quedó con la deuda”, lamenta.


Primer paso: conseguir una tarjeta de crédito


Ana tenía claro que no quería repetir la mala experiencia de su hermano, por eso decidió solicitar su primera tarjeta de crédito, tarea que no resultó nada sencilla porque, además de no tener historial, no tenía manera de comprobar ingresos.


“Primero intenté con los bancos tradicionales y fue un fracaso total, en todos lados me decían que sin historial y sin comprobantes era imposible que me dieran una tarjeta, entonces un amigo me habló de los neobancos”, expresa.


Los neobancos son empresas tecnológicas que ofrecen una amplia variedad de servicios financieros digitales, muchos de ellos dirigidos a segmentos de mercado olvidados o poco atendidos por los bancos tradicionales.


“Con los neobancos es mucho más fácil que te den una tarjeta, porque precisamente se dirigen a personas como yo, que no tenía nada de historial crediticio. Afortunadamente me la aprobaron y pude empezar a construir mi historial”, dice Ana.


Segundo paso: aprender a usar el crédito


Antes de utilizar su nuevo plástico, Ana se dio a la tarea de investigar cómo se deben utilizar las tarjetas de crédito. Así, descubrió que tenía que ser totalera si no quería pagar intereses, las diferencias entre la fecha de corte y la fecha límite para pagar, etcétera.


“Mientras más investigaba, más me daba cuenta de lo equivocada que estaba al creer que las tarjetas eran malas, llegué a la conclusión de que las personas que creen eso es porque jamás han tenido una o la tuvieron y la usaron muy mal”, opina.


Tercer paso: ser consistente


Una vez que tuvo claro cómo usar su tarjeta correctamente, Ana comenzó a realizar pequeñas compras de entre 100 y 300 pesos de manera consistente. Asimismo, durante tres meses se fijó la meta de liquidar la totalidad de su tarjeta antes de la fecha límite.


“Me daba pavor tener que pagar intereses, así que los primeros tres meses me puse como propósito pagar el saldo de mi tarjeta antes de la fecha límite. Para mi sorpresa, después de esos tres meses, me aumentaron mi límite de crédito de 2 mil a casi 6 mil pesos”, destaca.


Entusiasmada por este resultado, Ana solicitó su reporte de Buró de Crédito y se dio cuenta de que, aunque su puntaje e historial seguían siendo prácticamente inexistentes, ya aparecía la información de su buen comportamiento.


“Esperé alrededor de seis o siete meses y fue cuando me llevé la grata sorpresa de que mi puntaje ahora era de más de 600, pero lo realmente sorprendente ocurrió cuando cumplí el año, ¡porque mi score ya era de casi 700!”, asegura.


¿Cuáles fueron las claves para incrementar su puntaje de manera tan acelerada? Prácticamente fueron dos:


  • Obtener una tarjeta de crédito. Sin su tarjeta habría sido prácticamente imposible crear un historial tan rápido.


  • Utilizarla adecuadamente. Utilizó constantemente su tarjeta, fue totalera y jamás se atrasó, incluso siempre pagó antes de la fecha límite.


Como podrás notarlo, construir historial crediticio e incrementar tu Score de Crédito es relativamente sencillo y rápido, sólo tienes que aprender a utilizar el crédito de manera responsable y ser disciplinado.


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