
June 9, 2025
Hay una diferencia entre darles todo a tus hijos y enseñarles a construir su propio camino. Muchos papás están cambiando el chip: en lugar de heredar cosas materiales, buscan dejarles herramientas para la vida. Y una de las más valiosas es el conocimiento financiero.
Si tú también quieres dejar algo más que una cuenta de ahorros o una propiedad, aquí te contamos cómo puedes empezar a construir un legado financiero desde hoy, enseñando a tus hijos (y aprendiendo con ellos) a invertir.
Porque el dinero forma parte de la vida diaria, pero pocas veces hablamos de él abiertamente. Enseñar a invertir es enseñar a pensar a futuro, a tomar decisiones informadas, a diferenciar entre necesidad y deseo, y a entender que el tiempo puede ser nuestro mejor aliado si lo usamos a nuestro favor.
Además, cuando tus hijos ven que tú inviertes —aunque sea poco—, entienden que no se necesita ser millonario para comenzar, solo constancia, paciencia y visión.
Antes de enseñar, hay que practicar. No necesitas cantidades enormes para empezar. Hoy puedes encontrar plataformas que te permiten invertir desde $100 o $200 pesos. La clave está en que conozcas cómo funciona: qué es el rendimiento, qué es el riesgo, cómo se mueve el dinero en el tiempo.
Con ese primer paso, no solo mejoras tu salud financiera, también te das herramientas reales para explicarles a tus hijos cómo funciona.
Muchos crecimos sin saber cuánto ganaban nuestros papás, o creyendo que hablar de dinero era mala educación. Pero eso solo genera desinformación y decisiones impulsivas más adelante.
Habla con tus hijos del valor del trabajo, del ahorro, de por qué inviertes y qué estás planeando para el futuro. Si son pequeños, puedes usar ejemplos simples como “el dinero que guardamos para el viaje”, o juegos como los sobres o frascos para enseñarles a dividir su dinero.
¿Quieren ir de vacaciones? ¿Comprar una computadora nueva? ¿Ahorrar para la universidad? Hacer un fondo de inversión con un objetivo claro puede ser una gran forma de involucrar a todos.
Definan una meta juntos, aporten regularmente y vayan revisando los avances. Así tus hijos no solo verán el dinero crecer, también aprenderán sobre disciplina, planeación y recompensa a largo plazo.
No necesitas ser un experto en finanzas. Lo importante es compartir lo que has aprendido: qué inversión te funcionó, qué errores cometiste, qué harías diferente. Eso también es parte del legado.
Mostrarles que te sigues formando, que te haces preguntas, que buscas mejorar, les dará la confianza para hacer lo mismo en su vida adulta.
Más allá de los números, invertir es tomar decisiones pensando en el futuro. Es entender que tu tiempo y tu dinero pueden trabajar para ti, no al revés.
Y cuando enseñas eso a tus hijos, no solo les estás dando herramientas financieras, les estás dando libertad: la de elegir su camino con más seguridad, menos miedo y mejores decisiones.
Empezar hoy no solo cambia tu presente, también transforma el futuro de quienes más quieres.
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