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Viajar es una de las experiencias más gratificantes que existen: desconectarte de la rutina, conocer nuevos lugares, descansar y reconectar contigo mismo. Sin embargo, también puede convertirse en una fuente de estrés si no lo planeas bien, especialmente en lo que respecta a tus finanzas personales.
Si estás pensando en tomarte unas merecidas vacaciones, asegúrate de evitar estos 5 errores financieros comunes que pueden hacer que tu viaje termine costándote mucho más de lo que imaginabas.
Las tarjetas de crédito pueden ser una herramienta útil si las usas con responsabilidad. Pero muchas personas planean sus vacaciones pensando que el “pago a meses sin intereses” es la mejor opción... sin darse cuenta de que algunas compras se cargan con intereses muy altos.
¿Qué debes hacer?
Antes de usar tu tarjeta, revisa el CAT (Costo Anual Total) y asegúrate de conocer los intereses, comisiones y condiciones. Si no vas a pagar el total del monto en la fecha de corte, esa deuda vacacional podría acompañarte hasta el siguiente verano.
Consejo extra: si ya tienes varias tarjetas al tope, considera consolidar tus deudas para pagar menos intereses y liberar espacio en tu presupuesto mensual.
Cuando planeamos un viaje, solemos calcular el vuelo y el hotel… pero olvidamos los gastos del día a día: comidas, transporte local, entradas, souvenirs, propinas, antojos.
¿Por qué es un problema?
Porque esos “pequeños gastos” suman mucho. Viajar sin un presupuesto diario es una receta segura para terminar gastando más de lo planeado y volver con la cartera vacía (o peor, endeudado).
¿Cómo evitarlo?
Antes de viajar, haz un estimado realista de cuánto puedes gastar al día y ajústate a él. Puedes usar apps como Zenfi o simplemente anotar tus gastos en una libreta.
Desde un cambio en el clima hasta un vuelo cancelado o una emergencia médica, los imprevistos ocurren. Y si no tienes un colchón para cubrirlos, terminarás usando tu tarjeta (con intereses) o pidiendo dinero prestado en condiciones poco favorables.
La solución:
Incluye una categoría de “imprevistos” en tu presupuesto (al menos un 10 por ciento). Lleva contigo un seguro de viaje básico y ten una reserva que puedas usar sin afectar tu estabilidad financiera.
Tu fondo de emergencias está hecho para lo que su nombre indica: emergencias. Usarlo para vacaciones puede dejarte completamente desprotegido ante cualquier problema de salud, pérdida de empleo o gasto inesperado.
¿Qué hacer en su lugar?
Crea un ahorro específico para vacaciones. Incluso si es pequeño, es mejor que poner en riesgo tu seguridad financiera. Recuerda: un viaje vale mucho, pero tu tranquilidad vale más.
Pedir un préstamo para viajar no está mal… si lo haces con responsabilidad. El error está en aceptar cualquier crédito sin comparar tasas, plazos o leer las letras chiquitas.
¿Cómo evitarlo?
Si decides financiar tus vacaciones, elige un préstamo personal con una tasa justa, sin comisiones ocultas y con pagos fijos. Compara opciones y simula cuánto pagarías mes a mes. Por ejemplo, en plataformas como yotepresto.com puedes encontrar préstamos con tasas mucho más bajas que una tarjeta de crédito tradicional.
En resumen
Viajar no tiene que ser sinónimo de endeudarse. Con un poco de planeación y evitando estos errores financieros, puedes disfrutar de tus vacaciones sin remordimientos…y sin quedarte sin dinero al volver.
Recuerda:
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